viernes, 1 de junio de 2012

Intervención Española de 1829

En 1829 una escuadra de 40 bracos, con 3500 soldados españoles desembarco en las costas de Veracruz. Su objetivo era cancelar la independencia de México y recuperar lo que había sido la Nueva España. El intento fracaso por la movilización de tropas mexicanas y principalmente por el clima de la costa que fue adverso a las tropas españolas. Fue esta la primera intervención que sufrió México como nación independiente.
La lucha por la independencia de México terminó con la firma del Plan de Iguala el 27 de septiembre de 1821, acuerdo firmado entre Agustín de Iturbide, Comandante del Ejército Realista y Vicente Guerrero, Jefe de las Fuerzas Insurgentes. Posteriormente, en 1822 Agustín de Iturbide fue nombrado Emperador de México teniendo su imperio una duración de tan solo un año ya que mediante el Plan de Casa Mata que proponía establecer el sistema republicano, se unieron para derrocarlo Antonio López de Santa Anna, Nicolás Bravo y Vicente Guerrero.


En marzo de 1823 Iturbide renunció al trono y se fue a Europa, quedando el gobierno en manos de un Supremo Poder Ejecutivo quienes decidieron que México sería una república. Las provincias de Centroamérica que se habían unido al imperio se separaron de México, trayendo lo anterior como consecuencia la proclamación de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos en 1824, dando paso al nacimiento de un sistema de gobierno Republicano, Representativo y Federal.
El Congreso convocó a las primeras elecciones en el México independiente resultando electo como presidente Guadalupe Victoria y como vicepresidente Nicolás Bravo (1824-1829). Este gobierno  consiguió que los españoles que todavía estaban en San Juan de Ulúa se rindieran. Para el siguiente período resultó electo el general conservador Manuel Gómez Pedraza,  resultado que fue desconocido por los partidarios de su rival, el General Vicente Guerrero, siendo llevado éste al poder después de un levantamiento.
En 1827 se promulgó la Ley General de Expulsión ordenando la salida del país de todos los extranjeros que aquí se encontraban. Un año más tarde, se supo que se preparaba una expedición española que zarparía desde La Habana, Cuba para atacar tierras mexicanas integrando este movimiento los españoles que un año atrás habían sido expulsados y deseaban volver.


 Para lograr su objetivo, los exiliados se dieron a la tarea de convencer al Brigadier Isidro Barradas, militar español, de que México deseaba integrarse de nuevo a España. Barradas inició el viaje desde Cuba con una escuadra de 40 barcos, cerca de 3500 hombres y suficiente armamento. Su objetivo era cancelar la Independencia de México y restablecer la dominación de Fernando VII recuperando lo que había sido la Nueva España siendo ésta, la primera intervención que tuvo México como nación independiente.


Dicha intervención comenzó el 26 de julio de 1829 cuando la expedición intervencionista española desembarcó en Cabo Rojo, Veracruz al sur de Pánuco. El 6 de agosto por la noche, Barradas entró a Tampico tras haber incendiado el Fortín de La Barra localizado en la ribera sur del Río Pánuco cuyo defensor, el comandante Mariano Palacios, huyó a Altamira al igual que la población civil de Tampico. Acto seguido, Barradas instaló su cuartel general en pleno centro de la ciudad en la casa ubicada en las calles de Juárez y Madero.
Para hacer frente a esta intervención, el presidente Vicente Guerrero ordenó a los generales  Antonio López de Santa Anna y Mier y Terán moverse desde Veracruz y Matamoros a los que se le uniría en Tampico el comandante militar  de Tamaulipas, general Felipe De la Garza. Las tropas sitiaron el lugar quedando el ejército del Brigadier Barradas atrapado con escasos víveres y municiones bajo el inclemente clima lluvioso entre el Paso del Humo y la Ranchería de Doña Cecilia (hoy ciudad Madero).

 
Para finales de agosto los españoles se habían posesionado de la ciudad de Tampico con la expectativa de que la población les apoyara, y en lugar de avanzar hacia la capital del país, esperaron en el puerto. La espera resulto más costosa de lo esperado. Los intervencionistas trataron en vano de convencer a los mexicanos de que venían en paz y que deseaban restaurar el orden y acabar con la anarquía.
Mientras tanto el ejército mexicano, con más de 5000 mil hombre avanzo hacia Tampico. Pero esta vez la fuerza militar no fue tan mortífera como la naturaleza, quien esta vez obro a favor de nuestra nación, pues lo meses de julio y agosto eran especialmente insalubres lo que provoco el desarrollo de enfermedades gastro-intestinales, La fiebre amarilla causo innumerables bajas en el ejército español.


El 10 de septiembre Mier y Terán atacó con 900 hombres el Fortín de La Barra defendido por 400 españoles que ya habían sido diezmados por las enfermedades, se rindieron al día siguiente para seguir un armisticio, que se ratificó el 11 de ese mes de septiembre firmando la capitulación los generales Antonio López de Santa Anna y Manuel Mier y Terán en el cuartel que habían instalado los españoles en Tampico.
El triunfo de las tropas mexicanas sobre las de Barradas marcó el punto final y la culminación de todo el movimiento de Independencia tomando gran fuerza el patriotismo entre los mexicanos.
Y aun cuando España, no reconoció la independencia de México hasta 1836, fue este el último intento español por reconquistar la que había sido su colonia más rica e importante.

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